Submitted by jorge on Fri, 15/01/2021 - 06:26
El sábado pasado, en pleno temporal de nieve que cayó sobre Madrid y otras regiones, un camión de distribución de alimentos que iba a surtir de producto al supermercado “Alcampo” de Moratalaz, quedó bloqueado, debido a la nieve, en plena calle de Madrid.
Al no poder seguir circulando dada la nevada reinante, el chofer esperó a que amainara a la vez que solicitó ayuda.
Dado que la ayuda no llegaba por motivos obvios, dejó el camión cerrado y fue a cambiarse de ropa a casa de un familiar que residía en las inmediaciones.
Durante ese ínterin de tiempo, los vecinos de los alrededores bajaron, forzaron las cerraduras del camión y comenzaron a llevarse los alimentos ahí almacenados, pero el descaro de la gente fue de tal magnitud, que los que observaban desde sus casas el saqueo, bajaron igualmente de sus pisos armados de grandes bolsas de compra para pillar su parte del pastel.
Cuando regresó el chofer, se encontró a la gente desvalijando el camión, pero al intentar poner coto a dicha sangría, lo amenazaron de muerte si los delataba, amenaza que no impidió que el transportista llamara a la Policía, que después de un buen rato acudió a la zona para proteger lo que quedaba de la mercancía.
No obstante, los agentes fueron requeridos para una emergencia, por lo que tuvieron que salir a toda prisa del lugar, momento en que los saqueadores ansiosos, regresaron por el resto de la presa, hasta que dejaron la cabina del camión más limpia que una patena.
Parece ser que lo que ahí se desvalijó fueron 20.000 kilos de alimentos, es decir, 20 toneladas a manotadas y a bolsadas.
Como de un delito se trata pero la acción fue un Fuenteovejuna todos a una, ¿quién pagará el saqueo?, ¿a quién condenarán por ello?, ¿qué pena les impondrían en caso de ser localizados?
La primera pregunta es clara: el seguro.
Respondiendo a las demás, creemos que quedarán impunes por falta de pruebas, ya que se produjo en pleno temporal -aunque se ha identificado a algunos de ellos por las grabaciones existentes-, pero ¿realmente los ladrones se encontraban en situación de hambruna, de extrema necesidad, carentes de recursos o tan solo fue una situación de vandalismo generalizada aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid?
No lo sabremos, de seguro, nunca, pero si nos barruntamos que más que hambre hubo descaro, aunque, quizás, más de uno si estuviera necesitado.