Submitted by jorge on Mon, 09/09/2019 - 06:43
Habitualmente nos llama la atención, que personas que han sido repudiadas o rechazadas por sus antiguas parejas, sigan insistiendo en retomar una relación ya rota sea cual sea el medio que utilicen para este fin y que, generalmente y con ciertas excepciones, recae en hombres acosadores.
Este acosador al que ahora nos referiremos, colmó el vaso de su antigua novia y de la Justicia, dado que después de 8 años de relación y una vez ella decidió cortar por lo sano con la misma, en el lapso de un mes y medio, del 1 de noviembre al 17 de diciembre de 2018, el novio despechado realizó la friolera de 518 llamadas desde su teléfono móvil al de su ex novia, a pesar de la negativa de la mujer a que la siguiera importunando; no tuvo más remedio que denunciarlo.
A raíz de dicha denuncia, el Juzgado de Instrucción 5 de Avilés dictó con fecha 17 de diciembre de 2018, las siguientes medidas cautelares contra el pelmazo:
• Prohibición de acercarse a su expareja, domicilio o centro de trabajo a menos de 300 metros.
• Prohibición de comunicarse con ellas a través de cualquier medio.
Ahora, en esta primera semana de septiembre, se ha celebrado el juicio oral en Avilés, solicitando la Fiscalía una pena de prisión de 1 ½ años por un delito de Acoso en el Ámbito Familiar, además de la inhabilitación para ejercer el derecho de sufragio pasivo durante la condena y las anteriores medidas cautelares impuestas por un periodo de 2 ½ años.
No entendemos, que a día de hoy aún se den de continuo casos de este tipo a sabiendas que la Ley ha endurecido las penas para los acosadores, en especial, en estos últimos años, donde los movimientos feministas con el apoyo de la sociedad en general han sacado a la palestra un problema de siempre y que nunca se ha tomado en serio hasta nuestra época.