Submitted by jorge on Thu, 14/01/2021 - 06:26
Se trata de nuevo de esos delitos que nos exacerban, que nos cabrean, que nos encienden, porque no llegamos a entender la enfermedad de estos delincuentes; ¿qué les pasa por la cabeza para atentar sexualmente contra menores?
Y aprovechando la nevada y que había pocos viandantes que se arriesgaban a caminar por la calle y que a las 8 de la tarde del domingo pasado ya era noche cerrada en Zaragoza, un hombre de 30 años, natural de Barcelona y sin domicilio conocido, observó como una niña de 11 años jugaba sola con la nieve, por lo que se le acercó de improviso y comenzó a tocarle sus partes íntimas.
Ante esta agresión sexual, la niña temerosa comenzó a gritar, lo que provocó que los escasos viandantes que deambulaban por la zona se acercaran de inmediato mientras el agresor sexual salía corriendo, no sin antes arrancarle el móvil a la niña de sus manos.
Sin embargo, no pudo evitar que le dieran caza y lo retuvieran hasta que llego la Policía Local de Zaragoza y lo detuvieran.
Cuando introdujeron sus datos en el ordenador, se encontraron que sobre él pesaba una reclamación por presunta corrupción de menores, por lo que quedó detenido para pasar a disposición judicial.
Y ahora nos preguntamos, ¿qué padres dejan a una niña de 11 años a las 8 de la tarde jugando sola en una ciudad?
Por mucho móvil que llevara, si era atacada no tendría tiempo de pedir socorro por medio de una llamada, como así ocurrió.
A este enfermo psíquico, de seguro reincidente por los posibles antecedentes que cargaba, le espera un tiempo de prisión, pero nosotros somos de la opinión, que a los padres de esta niña los condenaran a realizar trabajos en favor de la Comunidad en cualquier centro de menores agredidos sexualmente para que aprendieran lo sencillo que es que un pequeño indefenso caiga en manos de esos depravados.