Submitted by jorge on Mon, 20/03/2017 - 06:14
Desde hace tiempo somos conscientes que el volumen de negocio existente alrededor de las prisiones en España es de un montante tal, que los Bancos pelean por hacerse con las cuentas del Peculio (Santander), los Grandes Almacenes con el de la ropa y ropa de cama para los presos (El Corte Inglés), las Constructoras con el de la construcción de más prisiones (ACS), y así, hasta llegar al nivel de los funcionarios, donde algunos de ellos y a fin de que alguien cercano a ellos coordine las compras del Demandadero con las que sacan un buen margen en la adquisición de productos que revenden más caros que el habitual precio de mercado a los presos, ceden ese derecho a familiares suyos.
No nos extraña.
Un negocio que gira alrededor de más de 60.000 personas carentes de libertad y, por lo tanto, personas sin poder de elección sobre las diversas opciones de compra de marcas y precios, es un negocio seguro y con excelentes márgenes.
Por ello, es fácil de entender que la miel atraiga las moscas y que éstas utilicen cualquier ardid, trampilla o coima (comisión, unte) para quedarse con toda esa tarta.
Ahora sale a relucir que la compra de carne por parte de I.I.P.P. para las cárceles de España está siendo torpedeada de manera sistemática en las ubicadas en el centro de la península por parte de la empresa de un tal Ramiro Jaquete, empresa que lleva años suministrando carne a dichos centros penitenciarios del centro y que mediante acuerdos, supuestamente subrepticios con los funcionarios de compra de dichas prisiones, provoca que cualquier empresa de la competencia que logre el contrato de I.I.P.P. para el suministro de carne, sea puesta en tela de juicio con pretextos nimios o irreales hasta que I.I.P.P. rescinde dicho contrato por incumplimientos varios.
No todas las prisiones cuentan con jefes de compra corruptos y funcionarios torcidos, pero hemos comprobado que en lugares donde pocos controlan los medios de compra o los económicos, es más sencillo sucumbir a la tentación del dinero fácil.