Submitted by jorge on Wed, 18/09/2019 - 06:43
Nos sorprende lo osados que pueden llegar a ser ciertos estafadores y lo seguro de sí mismos que deben estar, para proclamar a los cuatro vientos que han realizado un descubrimiento histórico sin precedentes, sabedores que cualquier organismo que les conceda una subvención o quiera avalar el descubrimiento a nivel nacional e internacional va a realizar investigaciones y espertizaciones al respecto.
Eliseo Gil, junto a un equipo de otros investigadores, dieron a conocer en el 2006 un descubrimiento que realizaron en las excavaciones de Iruña Veleia, Álava, País Vasco, y con el que pretendían revolucionar la historia de la lingüística y del Cristianismo.
A tal efecto falsificaron y manipularon 476 fragmentos arqueológicos reales pero de poca trascendencia y los presentaron como pruebas relevantes que demostraba, entre otras, la Crucifixión de Cristo más antigua de la historia, además de otras inscripciones egipcias y en Euskera que adelantaban en 600 años los primeros escritos en este idioma.
Gracias a estos supuestos descubrimientos que se anunciaron en medios de comunicación de masas y científicos, la empresa que creó Gil, Lurmen, logró subvenciones por más de 3,7 millones de euros de la sociedad vasca Euskotren, además de las concedidas por la propietaria del yacimiento, la Diputación de Álava.
Sin embargo, varios expertos alzaron la voz porque no veían con claridad que la cronología de las tasaciones cuadrara, por lo que en 2008 se creó una comisión de 26 expertos que estudiaron la autenticidad de las piezas y del hallazgo, tras lo cual el veredicto fue demoledor: las 476 eran reales pero carentes de valor histórico y habían sido manipuladas a fin de lograr el resultado que Eliseo Gil y sus socios buscaban.
Por ello, la Diputación de Álava presentó ese mismo año 2009, 2 querellas por Estafa y Daños al Patrimonio Artístico contra Eliseo Gil, solicitando 7 ½ años de prisión, mientras la Fiscalía rebajaba esta pena a 5 ½ años; para los dos socios de Gil la petición fue menor pero también con años de cárcel y una compensación económica de 600 euros por pieza, lo que asciende a 285.600€.
El próximo 3 de febrero de 2020 serán juzgados en Vitoria, a pesar de las dificultades que ha tenido el Juzgado de Instrucción nº 1 en reunir las pruebas, localizar a todos los encausados y armar un sumario de 16.000 folios.
Mucha cultura, mucha preparación y estudios y después de saltar toda la Estafa por los aires y ser juzgados, de seguro se convertirán en unos delincuentes más que compartirán patio con todo tipo de personas y calañas que, en muchas de las ocasiones, han cometido delitos muy inferiores en cuantía e importancia que estos, algunos para alimentarse a ellos y sus familias.
https://elpais.com/cultura/2019/09/11/actualidad/1568196658_612876.html