Submitted by jorge on Thu, 12/09/2019 - 06:43
No es la primera noticia que recibimos sobre la detención de sicarios colombianos que se mueven en España con pasmosa tranquilidad, ejecutando contratos sellados en Colombia o simplemente, pasando unas vacaciones o desapareciendo durante un tiempo a fin de enfriar alguna muerte, pero en nuestras tierras.
Suelen ser jóvenes bien entrenados, con muchas muertes a sus espaldas y que trabajan, en general, para algún cártel colombiano, para algún capillo de la droga o son sicarios freelance, esos de contratar, pagar y olvidar.
Este que ha sido detenido en Barcelona con la colaboración de la Policía Nacional, Policía Local de Santa Coloma y la Interpol, pertenecía a una Organización internacional de la Droga colombiana llamada los Pupis y que dominan la ciudad de Palmira, en la región del Valle en Colombia.
Fue detenido por una orden internacional emitida por la Policía Colombiana por Homicidio Doloso y Porte Ilegal de armas, ya que le había pegado dos tiros a un estudiante universitario que mantenía una relación sentimental con su pareja, esta última miembro también de la banda. Y ya puestos y con el rosario de muertes que contaba, matar a un descarado que se lo había montado con su novieta casi le salía gratis.
Pero por algún motivo, el tema salió a relucir en su país y tuvo que poner tierra y mar de por medio mientras se enfriaba el caso, y qué mejor lugar que España, donde residen muchos compatriotas suyos legales, aunque también algunos ilegales y donde se podía escabullir por ello con facilidad.
Y aquí le han pillado, al igual que a otros muchos que residen en las prisiones españolas, aunque estos últimos fueran detenidos por realizar su trabajo de muerte en nuestro país, cobrando deudas, matando a la competencia o eliminando a ladrones de mercancía.
A este lo repatriaran a Colombia después de unos meses de detención, pero la mayoría cumplen condena en España y cuando salen de Permiso, 3º grado o Libertad Condicional, retoman el contacto con sus antiguos jefes de Colombia y, ya ubicados en España, vuelven a las andadas viviendo en la legalidad en nuestro país.
Da que pensar.