Submitted by jorge on Fri, 03/11/2017 - 06:43

No es la primera historia de médicos depravados y carentes de ética con los que nos topamos, ya que en las prisiones españolas hemos conocido varios casos de facultativos con condenas abultadas por haber abusado sexualmente de sus pacientes.
Ahí suelen residir en módulos suaves donde no puedan ser agredidos y son mimados por los funcionarios, dado su carácter, en general, apacible, educado y sofisticado.
El caso que nos ocupa es el de un psiquiatra sevillano, Javier Criado, relacionado con la jet set de esa ciudad e intocable hasta hace un par de años, aunque llevara ejerciendo y practicando estas actuaciones depravadas con parte de sus pacientes femeninas desde hace más de 30 años.
Las sedaba, las atiborraba a medicamentos fortísimos y trataba sus dolencias de forma poco ortodoxa forzándolas a mantener relaciones sexuales con él en su consulta o casa.
Eran otros tiempos, nadie denunciaba por miedo o vergüenza y cuando alguna espabilaba y trataba de hacerlo en el Colegio Médico de Sevilla o en los Juzgados -lugares donde el psiquiatra era conocido-, la convencían de no hacerlo por, “el qué dirán”, porque no creían su versión o por haber prescrito el delito, solo activo entre 3 ½ y 10 años.
Se ha salido hasta ahora con la suya, pero una nueva paciente que fue agredida sexualmente por él en su consulta en 2015, lo ha denunciado, provocando con ello que otra treintena de agredidas saliera del armario y denunciara igualmente, hubiera prescrito el delito o no.
Su defensa arguye que se trata de una venganza de las féminas, aunque la mayoría no se conocieran entre sí, pero en este caso la imputación sigue su curso y parece que el pájaro en cuestión no se librará en esta ocasión.
Hay que sentar un precedente con estos vampiros sexuales que se escudan en una aparente dignidad y renombre profesional, juzgándolos y condenándolos en consecuencia.