Hay por supuesto muchos lugares de riesgo en la cárcel. Cuando tienes visita de abogado será normalmente fuera de las de visita “normal” de familia, así que te puedes encontrar en los locutorios con gente que no conoces de otros módulos, con mala suerte de los changos o quemados, gente a la que posiblemente no vuelves a ver nunca y que sabe perfectamente que pueden pasarse un poco contigo en esa confianza. Cuidado con quien hablas y ojito al sacar el tabaco. Tampoco es plato de gusto ir a enfermería por motivos parecidos al margen de que por allí hay gente que está muy mal.
Dentro del módulo debes saber que ciertos sitios están controlados. Me explico. En las cárceles modernas aparte de taller puede haber en el módulo una biblioteca, un pequeño gimnasio y a veces también una pequeña peluquería. Suelen ser reductos de grupitos de compis que los consideran como propios. En la biblioteca del módulo pueden estar reunidos un grupo de gitanos para sus sesiones evangélicas o de mahometanos para sus rezos. No conviene molestar.
Cuando vayas a la peluquería coméntaselo antes al responsable porque lo mismo no eres bien recibido sin aviso previo. Y el gimnasio suele ser peligroso para los no iniciados y ajenos a ciertos asuntos. Es más sano muchas veces darte un paseo que meterte en sitios donde no te han invitado. De los tigres ya hemos hablado, así que no me repito. Resumen a todo lo anterior. Cuidado, pies de plomo cuando sea aconsejable y tranquilidad el resto. Ve por tu camino y sé tu mismo siempre, aunque tengas sudores fríos en ciertas ocasiones.