Submitted by jorge on Wed, 04/09/2019 - 06:43
Nos llegan informaciones que en ocasiones nos llaman la atención, en otras, nos sorprenden.
Esta es una de esas últimas, de esas que nos hacen dudar de la capacidad de sentir humanidad por parte de algunos de nosotros, de algunos humanos.
Una mujer de Denver, Colorado, Estados Unidos, ha demandado al Ayuntamiento y al Condado de Denver porque hace 1 año, cuando se encontraba embarazada y recluida en la prisión de dicha ciudad por un delito de Usurpación de Identidad, sintió contracciones, situación que comunicó a los vigilantes del centro que no reaccionaron ni tomaron medidas.
Esa tarde, cuando Diana Sánchez, de 26 años, rompió aguas en la celda y pidió ayuda, tampoco acudió nadie, solo cuando el bebé había salido, unos de los vigilantes lo cogió con sus manos mientras su compañero asistía a la escena sin moverse de la puerta de la celda ni actuar.
Un años después, aconsejada por su abogada y encontrándose en Libertad Condicional, Diana Sánchez demanda a estas instituciones antes mencionadas y al Sistema Penitenciario por poner en riesgo su vida y la de su hijo, defender su derecho a un parto "seguro" y como ella dice, “es un dolor indescriptible, y lo que más me dolió fue el hecho de que a nadie le importaba".
El hecho nos parece de una inhumanidad palpable y de un trato decadente a una mujer en situación de parto, pero como antes dijimos, algunas personas parecen carecer de sentimientos, en especial, en los sistemas penitenciarios mundiales.
https://www.20minutos.es/noticia/3747488/0/presa-da-luz-sola-celda/